Gloria y honor a mi Estirpe

Cómo se siente el corazón esperando al latido, vivir entre paréntesis, si supieras que no hay honor en el abandono. Mi mercancía no se valoriza por tu fuerza de trabajo, desfiguré el valor volviendo a etapas pasadas.

Hojita de menta, no hay gloria en mi ausencia, porque no hay similitud ni copia a mi naturaleza, ni el espejo llora como yo lo hago, ni ríe como yo lo hago (1). Soy capaz de romper el espacio-tiempo y devolver la calma a mares bravos, sé la sinfonía, no domo a las serpiente, neonato de la naturaleza, le domo a ella. Baila a mi vera las noches de melancolía, me saca la bandera blanca, no le doy tregua.

Y te puedo mostrar la fragilidad digna de las circunstancias, la pureza del momento, pero nunca sirve de precedente, primero nací yo y luego la guerra, mi apariencia frágil no corresponde con el corte de mis silabas. Cree cualquier enamoradizo hijo del amor romántico que soy domable, que el cariño es una muestra de unión, yo que me fragüe en la empatia, guarda límites a tu corazón, que a mí solo una vez me ensillaron, solo una, una, aún tengo el mapa en las dorsales.

El egocentrismo nunca fue una imagen de reclamo, menos en mi estirpe, o me buscas o me evado, soy aire, no atiendo a la cárcel de las yemas de las manos, pero me vuelo a tu verita si cuidarme es primacía.

Y se creen que soy domable, me intentaron poner la silla y cayó al suelo, y en una cuevita allá lejos aún Eco repite el sonido, no soy mercancía.

Gracias a Ana Isabel por inspirarme más que el amor que profeso.



(1) https://www.youtube.com/watch?v=sfIls6LMAGE

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