No puede ser cierto,
tiene que ser un error,
igual la mentira propia del miedo,
igual la lucha entre el ello y el superyó,
igual la conciencia embrionaria cantando
su primer llanto.
Pero qué más da,
por qué voy a entenderos,
si nunca supisteis esculpir este mármol,
o ni quisisteis aprender.
Eso es algo que nunca perdonaré,
he cosido perdones, decepciones y sentencias de muerte,
para hacerme un vestido con todo este drama,
nunca fui de ocultar la rotura
y aún menos el llanto,
me dignifico,
me elevo,
me vuelvo una constelación como Hércules,
revivo a Nietzsche solo llevarle otra vez a la tumba,
Zeus me echa el ojo porque el oráculo sabía que era yo
la sinceridad de un poema de Pizarnik.
Comentarios
Publicar un comentario